viernes, diciembre 09, 2005

anticipo

Querida susana:
Hace mucho tiempo que no escribes y cuando lo haces me dices que por favor no te exija nada, que andas estresada, que la vida no es fácil, que allí en Holanda los días se pasan demasiado rápidos y que no sabes cómo organizar tus días. Pero lo mejor, es la sorpresa que me das, esa frase corta y bien escrita: "!Me voy a Perú!", llena de entusiasmo, pues ya te quiero ver yo en el Jorge Chávez con tus maletas, tus abrigos, misma ekeko, tratando de llegar. Y ahora que lo pienso, no sabes las expectativas de viaje que tengo con tu llegada y todo lo que debo preparar como anticipación. Hace dos meses compraste el pasaje, mejor dicho tres meses, y la anticipación del movimiento, de tu viaje, es mi imagen recurrente antes de tu llegada a Lima y te imagino, sólo te imagino aterrizando, pisando de nuevo el suelo Patrio.
Seguro, tu primer sentimiento parecerá el de una paisana, misma Marcelina, que llegará después de años a su tierra y la besa y la aparchurra y le dice que la ama. Bajarás del KLM después de diesisiete horas de viaje y enseñarás orgullosa tu pasaporte en el Jorge Chávez, y cuando te des cuenta que estás en el Perú vas a estar tan feliz que no te importarán los ruidos de las combis, las bocinas de los taxis, los silbidos de los indeseables en la calle, no te importará tampoco hacer colas de mil metros ni apretar el botón que una 'amable' señorita de la aduana te pedirá que presiones, y si sale colorcito rojo a abrir la maleta señorita, y si sale verde !qué suerte la tuya carajo! y por fin a la salida verás a tus amigos en la baranda de "llegadas" saludándote en el tumulto y te preguntarás: "¿me reconocerán?". Aparecerán en una instantánea las caras conocidas que se hacen ver de nuevo y tú te dejarás ver de nuevo en tu país, en este pedazo de tierra con significado, en este zapato clavado en América del Sur, que para el resto del mundo es un pequeño mundo aparte del desarrollo del mundo, excepto para ustedes-nosotros los peruanos.
Prepárate. Lo primero que escucharás es la voz de ¿su pasaporte señorita?, ¿le cargo su maletincito?, !cambio del euro al sol! y alguien te dirá allí "ya estás en el Perú querida". Un amigo tuyo cargará tu maleta y dirá busquemos un taxi a casa, a su casa, para que pases la noche tranquila y sin titubeos, sin el ruido monótono del tráfico de la avenida Larco ni de las bocinas de las combis asesinas. Pensarás que todavía no has llegado a tu destino, todavía te queda un día más de viaje, pero ya llegaste al Perú, ya llegaste a esas calles grises, a esas voces de taxistas tristes que preguntan y ofrecen carreras a Miraflores por diez dólares, señorita, porque ya te vieron cara de gringa y es curioso que te digan gringa, porque en Holanda quieres parecer peruana y te piensan holandesa y en Perú también quieres parecer peruana pero eres gringa. Ni de aquí ni de allá, pensarás.
Seguro treparás a un taxi rojo destartalado que necesitará de un alambre para encenderse. Tus dos amigos, de la baranda, se sentarán detrás tuyo y empezarán a preguntarte qué tal el viaje, qué tal los chicos, qué tal Holanda y tú no sabes qué contestar. Las preguntas en general nunca te dan mucho pie a la respuesta porque nunca sabes qué pueda interesar. Claro, todo lo respondes BIEN BIEN BIEN y después de un rato cuando el taxista puso radio tropical para darte la bienvenida al Perú y ya va manejando por la Faucett, qué horror, quieres olvidar, y se te ocurre hablarles de tu casita en la groenesteeg, de lo pequeña que es tu habitación, de tu trabajo como niñera y abuelera y de la Universidad de Leiden. También comentarás las clases de la profesora argentina, del encuentro casual en la estación de Leiden con tu amiga guerrera Uchi y de la estrambótica exposición de las culturas híbridas, y, claro, de lo bien que te va, porque no te puedes quejar, te va bien por allí, aunque todavía te falte mucho por recorrer, y por la ventana veas Lima la gris, color panza de burro, que te da la bienvenida en una noche sin estrellas bastante pegajosa.
Aquella noche no harás mucho, creo, pero hace un par de días mientras caminabas por el centro de Leiden, tu fotografía de la anticipación era otra. Imaginabas despertar al día siguiente y ver a una lista de amigos que viven en Lima, la familia piurana que tanto cariño te dió, tanto te acogió, en esos diez años que viviste por el norte del Perú; pero no, ellos no van a estar, escuchaste, y tus planes cambiaron de pronto. Al día siguiente, te vas a querer ir cuanto antes de Lima la gris que en verano no es tan gris, con el malecón Armendáriz frente a ti, el Larcomar a unos metros caminando y tu antigua calle limeña, Diego Ferré, a unas cuántas cuadras. Pero tú ya vas a estar con la mente puesta en casa, en esa sala grande, con tu hermano y tu mamá, tus perritos y la Doris; con la imagen del aeropuerto de Arequipa y el Misti. Primero tendrás que hacer la cola en el Jorge Chávez, pagar los impuestos de salidas nacionales, despegar o en Aero Cóndor o en Lan y mirar por la ventana del avión las montañas que tanto tiempo no ves, las montañas que tanto extrañas en Holanda, los majestuosos Andes que son parte de tu ser. Y ya en el avión, las líneas de Nazca, el Coropuna, el Ampato y después vienen el Chachani y el Misti, son la fila de nevados y volcanes antes de tu ciudad y a la altura de cuatro mil metros verás la campiña verde de tu Arequipa y te preguntarás : "¿Estarán esperándome en el aeropuerto o se habrán olvidado de mí como cuando en años pasados tú llegabas de Piura?". No te importa. Seguro sólo quieres poner el primer pie en tierra arequipeña y girar noventa grados para saludar a tu volcán, que tan presente estuvo en tu estadía holandesa, apasionada y generosa, y luego llegar a tu casa, saludar a los perritos, tirarte a tu cama para que cuando abras el primer ojo, despiertes de tu anticipación y todo sea una realidad. Y es casi una realidad, Susana, sólo faltan dos semanas.

viernes, noviembre 18, 2005

B.


Todavía lo recuerdo escuchando jazz con los audífonos puestos en la sala de pelusas naranjas de la 404 avenida Cayma. aun lo rememoro bailando un cha-cha-chá con sus hermanas y su esposa, con las amigas del barrio y con las señoras que apenas conocía y con Paloma San Basilio. El es Bernardo y hoy tendría sesentaiocho años, seguro que con más canas en la cabeza y unas cuantas arrugas disimulando su vejez, seguro saltando al dar volteretas y tranquilo al escuchar la música clásica, enseñando a quien le rodeara aquellos significados de la vida, aquellas vueltas que da el globo y voltean la historia.
no quiero contar ni lo triste ni lo melancólico. sólo cumpliría sesentaiocho años hoy dieciséis de noviembre. y lo sigo recordando porque es mi padre, mi amigo y la persona que más falta me hace, es la explicación a mis mareas contínuas y a mis erupciones volcánicas. es la razón por la que estoy aquí estudiando más a fondo la tierra que lo vio crecer a él y me hace crecer a mí. y por la que soy yo un tanto contra-corriente, disconforme con lo que los otros no logran aceptar. busco la verdad sin imponerla. busco mi evolución libre de imposiciones. soy libre. soy feliz. aunque a veces me venga la mala-rabia.

viernes, noviembre 04, 2005

Runa Simi

aprender quechua en holandés con un libro en alemán es un trabalenguas. pero aprendo a conocerme, a tocar mi realidad, a enriquecerme.
El profesor preguntó hoy en clase:
-¿cómo se dice perro en Quechua?
-Allqo
-¿Y perra?
Nos quedamos pensando. andie sabía la respuesta, ¿quién va a dominar el quechua en Holanda? sólo el profesor. Y respondió:
-Allqo china.
Horas después hice una llamada telefónica a Perú.
-Hola querida Gordanacha, ¿cómo está tu allqo china?
-¿Cómo? -me respondió.
-Tu allqo china ¿Cómo está?
-...
-...
-¿Mi ay cochina?
***
Aprendo mucho de mi país gracias al Quechua. No sólo a decir perra, sino también río, lago, a formar frases, a leerlas, a aprender a escribir y entender a los quechua hablantes. Es lamentable que en la escuela no nos enseñen nada del idioma de nuestros ancestros. quizá ayudaría a comprendernos mejor, a rechazar menos nuestra cultura, a aceptar quienes somos. ¿por qué menospreciamos lo que somos? ¿por qué adoptamos siempre poses de otras culturas antes de aceptar la nuestra? ¿Por qué queremos ser otros?
El profesor dijo en clase que en Perú existe la mayor variedad linguística del Quechua. Pero también donde existe menos uniformidad y mayor peligro de desaparición.
Vengo a aprender de mi país en otro país. No somos capaces de buscar nuestro lado auténtico. Somos parte de la cultura de la copia, vean no más todos los productos bamba que nos rodean. ¿Cuándo llegará el día en que se proponga una cultura producto de nuestra hibridez? Se habla de carencia de valores pero ¿dónde están nuestras propuestas? nos quedamos siempre detrás del escritorio criticando a los otros y no nos miramos a nosotros mismos. ¿qué esperamos para ser auténticos y transparentes?
Sebastián Salazar Bondy dijo alguna vez que somos un conjunto de ciudadanos sumidos en el complejo. Es increíble, siempre escuché hablar de Salazar Bondy como poeta, pero nunca como ideólogo. Y pienso que tiene razón. Doscientos años después seguimos sometidos como los esclavos a sus patrones. La cultura de los que Joden y los que están jodidos. Escuchemos no más un texto de la música chicha, existe una fuerte conciencia de sometimiento, un discurso de la pobreza bastante fuerte. "yo nací pobre y siempre seguiré", dice un grupo piurano llamado Corazón Serrano. Y nosotros no le prestamos atención.
Esa cultura del complejo, según Bondy, nos lleva a adoptar poses de otros, a vivir la cultura de la copia, nos creemos incapaces de crear una cultura propia. Miremos al Perú. Somos un conjunto de naciones diferentes dentro de una Nación. Somos una hibridez. Y adoptamos un Estado copia de los sistemas más poderosos de la Tierra que queremos homogeneizar y no funciona.
Sólo espero que los sometidos y los que someten aprendan a mirarse al espejo y a valorar lo que tienen, no sólo la nación en la que viven, sino también las personas que le rodean y que con buen corazón ayudan a crear una Patria más libre y más honesta.

martes, octubre 25, 2005




I
no hace mucho hubo una mujer llamada Cora que se encontró en medio de un camino.

II
ella buscó borrar su frontera. logró llegar a su meta.

III
el día dieciséis de caminata salió con su grupo a un poblado llamado Cajamarca y se perdió por unos caseríos que no figuran en el mapa.

viernes, octubre 14, 2005

respuesta al Nóbel

queridos lectores ya vimos quién es el ganador del Premio Nóbel de Literatura, el dramaturgo inglés HArold Pinter. es la primera vez en mi vida que vi la entrega del fallo en vivo y en directo. la Facultad de Letras de la Universidad de Leiden invitó a todos los alumnos a la espera del resultado en el salón principal de la Facultad. y los profesores, antes del fallo, discutieron sobre los posibles candidatos. no nombraron ni a Mario ni a Kapu, ya me daba ganas de subir al podio para contarles un poco de. pero confieso que viví la entrega con cierto nerviosismo, como si fuese yo una de las candidatas, como si quisiera hablar de lo que tanto me apasiona. a veces no sé cómo explicar que este tipo de sucesos, me llegan al alma y los vivo con suma intensidad (no quiero sonar muy victorhuguiana), y lo viví en el momento en que dijeron "ya tenemos el resultado". ya imaginaba que Mario no lo iba a conseguir, parece que la Academia Sueca lo quiere hacer sufrir; pero ni sombra de Kapu, ni aquí ni allá.
sé que Kapuscinski escribe sin pensar en la técnica. gran parte de los escritores no piensan en técnicas. si vamos a hablar de técnicas narrativas en Kapuscinski, por supuesto que sí las tiene. lo vemos en El Emperador, en el Imperio, en El Sha. se vale de fotografías, de las voces, de la historia para recrear la realidad. en la Universidad siempre me hablaban de la objetividad. por supuesto, la objetividad nunca existirá en la mente de los seres humanos. nosotros somos sujetos y cuando escribimos clasificamos la información desde nuestro propio criterio. así que voy confirmando teorías en las que siempre creí. que a Lili se lo lleven a freír realidades sin fundamento. entonces, Kapu narra una realidad vivida desde su propia subjetividad. es el periodista poeta. sus novelas o libros de no ficción se pueden catalogar como biografía, novela histórica, gran reportaje, relato de viajes? lo que consigue Kapu es la suma del Todo. su obra tiene clara influencia de la novela total. su realidad se convierte en mi realidad.
pero celebremos por el Nóbel del que he hablado muy poco (tampoco sé mucho). el teatro es un género que parece ser olvidado. y es un honor que en el 2005 un dramaturgo lo gane. no he leído su obra y espero ahora poder tener acceso a ella. y esperemos un año más para ver que sucede en el 2006. más nerviosismo, más de lo mismo.

viernes, octubre 07, 2005

el Nóbel

no sé qué decir respecto al Premio Nóbel de Literatura. lo único que sé decir es que este año considerarán obras de la literatura de no ficción y me alegra escuchar que Ryszard Kapuscinski está en la lista de galardonados. si Kapuscinski gana el Premio Nóbel, con justa razón. creo que lo merecería no sólo por las técnicas literarias que emplea en obras como El Emperador o El Imperio, sino también por su pasión por contar historias, ese amor que le tiene al viaje, a la documentación científica y a lo no-usual dentro del periodismo. buscar las fuentes de la historia, no sólo en los libros, sino también en las fuentes vivas de los cinco continentes. no olvidemos su Guerra del Fútbol, tampoco El Sha ni a Halie Selassie en El Emperador. Pero es en el Imperio donde Kapuscinski se luce. esa pluralidad de voces, esas descripciones, esa historia de Rusia en tres épocas distintas. si eres tú Kapu, celebraré por ti. y si no es mi adorado y querido escritor Vargas Llosa -lo merece, es verdad-, quizá se deba a su ridículo papel como político. el juego del poder como diría Foucaoult es uno de nuestros discursos, y no sé por qué Vargas Llosa juega con el poder de la política si ya tiene en sus manos un poder más noble llamado literatura. no entiendo por qué defiende la política de Bush cuando condena la dictadura. no comprendo por qué tú, Mario, sigues buscando el poder cuando ya lo tienes en tus manos y desde hace varios años. el Nóbel se gana por un juego de intenciones. la literatura es quien gana, pero tambien nuestra intención a través de ella. el resultado lo escucharemos el jueves 13, mi número de la suerte!

martes, septiembre 13, 2005

12 de setiembre, por no decir 13

11:26 de la noche. No sé qué significa esta hora, sólo sé que me arde la pierna derecha y que en treintaicuatro minutos cumplo un año más de vida. Tengo una refrigeradora que no me deja dormir, también un colchón y un perro de peluche que me mira desde una esquina. La verdad es que las cosas no van tan mal, pero cumplo un año más de existencia y sigo siendo pobre económicamente.
Mi madre me diría que no hay nada mejor que hacer lo que uno desea hacer. No sé si elegí bien. Soy pobre, ya lo dije, y no tengo idea de qué me irá a deparar el destino en esta carrera de narcisos. Soy una hija sin hijos. Camino por las calles pensando en mil macanas y hablando de ficción –sin ser psicótica. Vivo en una realidad montada por demonios y del catarsis ante la página en blanco.
Mi padre rechazó mi idea de seguir la literatura. Diez años antes le aterroricé con mi devoción al Leoncio Prado que mi padre todo asustado quiso que me convirtiese en una opulencista. Qué me diría hoy después de casi ocho años de su muerte al verme tan sobreviviente en la calle de la groenesteeg, sobreviviente de realidades opulentes, trabajando de niñera a por la literatura. Y me pregunto: Qué me diría Mario: “Susanita, ¿qué libro estás escribiendo?”, todo interesado y lindo él, por hablar de padre también, adoptivo, con tres hijos verdaderos y yo la escribidora, ¿que escribo? Historias sin proposiciones, la literatura del no, un Bartleby a lo Melville en relatos de viaje.
Y es que no se necesita más para sobrevivir, sólo contar fantasías. A las abuelas hay que mandarlas al carajo de vez en cuando cuando sólo hablan de la guerra y de lo importante que es el centavo (“sí abuela, añado, éste es mi centavo y no voy a dejar de hacer lo que me plazca en esta corta vida”). Lo único: la resistencia, y no quiero sonar a vieja consejera que habla de las ideas, las convicciones, los compromisos en una sociedad robótica-descomprometida en donde lo más importante es TENER un automóvil, una casa, un jardín, un perro, dos hijos, cinco gatos. Mi pregunta es: ¿Tener y no tenerlo es lo mismo que ser o no ser?

Medianoche. 13 de setiembre. ¡Feliz cumpleaños! Joer, la vida corre. Hamlet se presenta hoy en la noche en el teatro y no voy a hacer lo mismo que Kafka en 1914. En lugar de irme a la piscina, me iré de pesca (Maupassant, si me escucharas) a la calle 17B groenesteeg. Y espero ahora que ellos no me cojan como Liliput. Hasta mañana.

lunes, septiembre 05, 2005

hace días...

...no escribo una linea ni leo mi puta geografia. hace horas que no hago mas que pensar y minutos uqe parecen anyos y decadas y siglos... sin embargo, al despetar cada manyana tengo la sensacion de tener una radio en el cerebro, una sensacion extranya sentirse ahora fuera de tu pais y de tu cuerpo, y de estar en otro lado (en la casa del vecino, en la vereda del frente, mirando el gato que pasa, la bicicleta que frena, los coches que tocan las bocinas) y olvidarse del interno. un anyo atras miraba y yo era otra, con el tallo apenas creciendo, con las raices buscando la buena tierra, me impresiona ahora verme, yo, mi misma, que siempre me he buscado en el espejo, otra, sensual, arquetipica y picara, diferente de lo que fui atras. y digo: vengan ahora viejos verdes a sacarme la chaveta que los mato a martillazos solo con el cerebro. vengan ustedes hijos de puta a quererme chuparme la sangre que ahora brota en cada centimetro puro de mi alma. para los que no saben vivo en una calle peatonal de Leiden (que donde queda? que donde? donde? : en un rincon del pais mas pequenyo del mundo [mientes! mientes! hay paises mas pequenyos]) llamado ciudad, con avenidas, calles, casas rosadas, caminos rosados, todo rosado, perfectamente delimitado para que uno no roce con el otro y se olvide por completo de su propia chaqueta. vivo en una calleja que le dicen verde y tiene por guardianes a una peluqueria de esquina y un restauran de menu a 7 euros y por alli pasan los perros, la gente curiosa que se asoma por mi ventana, las viejas gordas con los cabellos amarrados, las holandesas tanques y sus triquinis de a sol. a quien no le va a agradar salirse de su geografia cuando lo que le rodea es lo surrealista (a quienes llaman ustedes surrealista?) a quienes?). busquemos la verdadera identidad, esa geografia interna, esos picos altos que logra alcanzar mi letania, esos valles sagrados en donde aterrizo cuando me da la gana? geografia, la mira, la analizo, las quebradas, los rios, las montanyas, los mares... que se yo... y vivo en un punto pequenyo trantado de encontrarme inmensa. y lo digo: me encuentro.

domingo, agosto 21, 2005

el condor posa

fue hace diez años en el Cañón del Colca y con cámara no-profesional. me senté en una gran roca que sobresalía en el precipicio y apareció. no una, sino varias veces.

inca kola

anoche tuve un sueño extraño. lo poco que recuerdo es viajando en el tren de Amsterdam rumbo a mi casa en Leiden. me senté al lado de la ventana derecha, en la misma posición que un día antes en el tranvía de Delft, leyendo un libro, concentrada en los personajes y la trama y olvidando, por supuesto, mi destino: me pasé de estación. bajé en otra ciudad, con otra gente, con otras calles. en Holanda, casi todas las ciudades se parecen, todas tienen un canal que rodea la ciudad y otros cientos de conductos de agua que la atraviesan, igual con las construcciones, todas de ladrillo medio rojizo medio naranja. pero la ciudad donde me bajé era distinta. tenía una sola calle que era avenida y miles de ambulantes ofreciendo objetos que ni recuerdo; la única certeza era tomar el tren de regreso a Leiden, pero no sé por qué razón entré a la ciudad en busca de una tienda, me moría de sed.
en Holanda, las tiendas como las conocemos nosotros en el Perú no existen. no hay tiendas de abarrotes en cada esquina. los supermercados seguro las desaparecieron veinte o treinta años antes. ellas, las tiendas, como las de la vieja renegona de Santa Isabel, Piura, o las tiendecita azul de la avenida cayma, Arequipa, no existen. pero en mi sueño llegué a una y sorpresa de sorpresas, en el escaparate, habían dos incakolas. ¿inca Kola? sí, la botellita de líquido amarillo estaba presente entre los miles de ‘abarrotes’ que ofrecía la señora ‘de la esquina’. “una incaKola”, pedí y en español y la señora me alcanzó la botella y me cobró en euros, cinco, qué barbaridad. ella también hablaba español; llevaba gafas de carey y una falda de no sé de qué color. le pregunté que dónde había conseguido la bebida y si le gustaba su sabor. ella respondió: “en Amsterdam hay una distribuidora que a veces trae y pues a mí no me gusta, muy dulce”. salí de la tienda con ganas de preguntarle de dónde era. hablaba el castellano como las auroras, las doris, las elenas que atienden en las casas peruanas. no lo hice. no pregunté y volví por la avenida repleta de ambulantes rumbo a la estación. “no voy a perder el tren”, pensé.
y de pronto alguien empezó a cantar, una ambulante de la calle y ¿qué escuché? La canción arequipeña, arequipeñísima llamada: Melgar (Vargas Llosa se equivocó, no es Blanca Ciudad, sino Melgar con sus seis letras), y es así: “blanca ciudad, eterno cielo azul puro sol, montañas de milar donde nací, en donde me crié para amar...”. y yo la seguí, canté con toda mi garganta para que el mundo me escuche y más gente empezó a cantar, todos los amigos de la infancia aparecieron de las bocacalles, que salían de sus casas, a cantar. todos cantando. todos. en ese momento me pregunté: ¿tantos arequipeños en Holanda?
qué sé yo. tomé la vía equivocada. nunca regresé a la estación, me quedé en esa avenida con una incaKola en la mano y desperté.

lunes, agosto 01, 2005

el maleficio de la duda

la duda, qué palabra, me acompaña desde que tengo uso de razón. hay quienes dicen que tiene un beneficio y yo digo no sé cuál será la duda que me acompañe, la que siempre me hará fluctuar entre el sí y el no. me ataca cuando menos la necesito y siempre me da una señal, el NO. sin embargo a veces le doy cabida y me equivoco SI.

viernes, julio 29, 2005

bicicleta

me persiguen los ladrones, me persiguen los yonkies. anoche llegué a mi casa de Leiden y qué veo? se la robaron a la otra, se la llevaron con candado y todo. yo pensé que Piura era la campeona de los robos en bicicletas; ahora veo que no. Holanda lo es.

jueves, julio 28, 2005

amsterdam 2

una vez más en Amsterdam. sus calles, sus canales, sus puertas, sus rincones rosados. quién iba a decir que navegar en ella es verla de otra manera. es otra ciudad. una ciudad con casas que son botes y con botes que son casas. la gente se sienta en la popa para tomar el sol, cuando se aparece el sol, y otros encerrados miran desde la ventana a ver quién pasa. todos se conocen en los canales y sus vecinos son las barcas y sus vehículos las lanchas.
Amsterdam siempre será esa ciudad sin autos, con botes, con bicicletas. hay tranvías y tricicloes que se utilizan como taxis y también lanchas. al caminarla hay que tener cuidado del tráfico que emprenden los turistas en dos ruedas, pues, claro, son unos ignorantes conduciendo la bicicleta, se pasan la luz roja y la multa que les cae, el divino cielo.
aquí las bicicletas son como las combis en el Perú o como los mototaxis en Piura. pero ellas no contaminan, son el vehículo ideal para recorrer las estrechas calles de Amsterdam (no sus canales). por eso yo la utilizaba a mi pequeña verde cuando estudiaba en Piura. la estudiante en bicicleta, la profesora en bicicleta? era mis piernas, mis brazos, mis pulmones, mi alma, que ganó siempre las batallas de hierro, y me entristecí cuando los ladrones se la llevaron de mi casa por el techo.
ahora camino en Amsterdam y cuando me subo a una bici-combi le pido directo a la Plaza de Rembrandt que allí, como dije en mi anterior artículo, están todas las nacionalidades, las razas, las culturas, los idiomas se mezclan por las calles principales de Amsterdam y la peruana también, por supuesto, y hoy que es 28 de julio me voy directo al restaurante del chino de la esquina a comerme un cebichito y escuchar un huaynito que en Amsterdam también se puede. Salud!

martes, julio 26, 2005

la otra

uno suele recuperar lo perdido, incluso el tiempo, incluso el espacio, incluso los objetos robados. no digo ahora que ya no está ni menos que volvió. sin embargo ella regresó a mí, en la casa de los monos del canal de agua llamado "los caballeros" en donde estaba sin llave, tirada en la vereda, totalmente abandonada. cuando la vi me dije: "llévatela", pero fue una señora la que me propuso llevármela. la alcé del suelo, le miré las llantas y el asiento, "un poco oxidada", pensé, pero me la llevé.
ahora huelo el olor de la carne entrar al café internet. es hora de comer. ella está de vuelta en mi ventana y yo la miro con los aros torcidos, con el timón descuadrado. "tengo mucho que reparar", creo, pero para ello, el sacrificio. aquí uno no cuenta en soles pero sí en euros. parcharle la llanta multiplicará el sol por cincuenta y vaya eso sí que le duele al bolsillo. extraño a mi chino de la esquina que sólo me cobraba un sol por el parche... ahora tengo que ir aquí a la vuelta de mi ventana a parcharla por media hora. aquí no se cuenta por parche ni por moneda. aquí se cuenta por tiempo. ¿por qué el tiempo cuesta veinte euros?

lunes, julio 25, 2005

amsterdam 1

es bueno volver a Amsterdam. caminar por sus calles es una especie de catarsis sicodélico que ayuda a salir de la realidad cuando más se necesita. vivir en Holanda es como dije vivir en una caja de cartón. la gente vive paranoica por las reglas. ¿pero qué sucede en Amsterdam? en Amsterdam puede que suceda nada y a la vez todo. es como todas las ciudades. tiene calles, recovecos, una calle china, otra de putas, las típicas panaderías, la gente medio loca, pero en Amsterdam nada es prohibido, y llegar a ella después de vivir encerrado en ciudades como Leiden, es como respirar el aire del campo en la metrópoli. uno escucha todo los idiomas, se viste como le dé la gana y no es visto como suelen hacerlo las viejas de las esquinas en las calle miraflorinas o de santa isabel. Amsterdam es una ciudad con aire de pueblo. es una capital sin rascacielos. ¿y cómo la conocí? pues caminando, la mejor manera de hacerlo.

viernes, julio 22, 2005

día gris

en Holanda los días son siempre grises, aunque hace unas semanas el sol brilló como si yo estuviese en Piura, hoy amaneció otra vez triste. al abrir las cortinas vi el cielo como Sepúlveda en la selva, color panza de burro. ¿para qué echarle la culpa al burro? mejor culpemos a los holandeses que viven en el rincón más gris de la tierra (tiendo a exagerar).
hay un dicho de los holandeses: "el humor de un holandés es como el clima". mírenlos ahora. caminan en la calle con sus abrigos, con el rostro totalmente tieso, llevan siempre un paraguas en la mano, y no provoca saludarlos, con la cara larga que la mayoría maneja. a veces aparece un loco gritando. los días no deben hacerse a mí, me lo digo todos los días en la ducha, pero no puedo evitarlo. ver este cielo todos los días es bastante triste. el otoño es para mí peor que el invierno y el verano es un otoño. llueve todo el día y para colmo roban bicicletas.
ahorita me voy a casa a comer algo pequeño y escribir un poco. espero que salga el sol. vivir en un país bajo la panza del burro es casi siempre vivir debajo de un techo. así es el clima, así son las personas.

somos todo

hace algunas horas regresé a casa por el callejón de la calle verde que da a la 17B y vi que no estaba. no estaba con sus nueve letras y me dije torpe, eso me pasa por torpe porque sabía que alguna vez tenía que pasar. había desaparecido de la ventana.
una hora antes la había dejado allí apoyada contra la otra, también de nueve letras, color verde, al pie de mi ventana, la abandoné sin llave como todos los días como cuando voy a la tienda o al mercado, incluso a la biblioteca; la deje sin llave como aquella última noche en que olvidé asegurarla, y claro siempre amanecía allí intacta con su fierro marrón, sus dos llantas y el timón.
pero hoy tuvo que suceder. no llegó al atardecer. salí una hora de mi casa-habitación y cuando volví no estaba. ahora la gente me pregunta que por qué me aflijo. no es la primera vez que me pasa. hace años me robaron una de mi casa; se metieron con todo por la puerta principal. los amigos me decían "la he visto, la he visto" montada por un ladrón que se la llevó en la maletera de un carro.
ahora temo verla y decirle a mis amigos "la he visto".
a ésta no se la llevaron en un carro, se la llevaron bicicleteando

soy nada


no tengo una razón seria para escribir este blog. hay quienes dicen que es una buena manera de hacerse leer pero yo digo que es una buena manera de hacerse escribir. evitaré utilizar mayúsculas (solo para los nombres propios), pero sí tildes, aunque me cueste tiempo en esta computadora holandesa marcar el alt+160. ahora mismo estoy en la biblioteca de la Universidad de Leiden, un edificio hexagonal que imita malamente al cuento de Borges La biblioteca de Babel, pero es un buen recoveco para escribir y escribirles mis historias. creo hay mucho por contar y descontar en mis anécdotas; por lo menos me mantendrá ocupada y DISCIPLINADA (allí sí uso mayúsculas) en lo que a escribir se refiere. ¿mis proyectos? escribir y no contarlo. mi proyecto soy yo.

PiErDo PAísEs

Borro fronteras - Viajo para conocer mi geografía