viernes, julio 29, 2005

bicicleta

me persiguen los ladrones, me persiguen los yonkies. anoche llegué a mi casa de Leiden y qué veo? se la robaron a la otra, se la llevaron con candado y todo. yo pensé que Piura era la campeona de los robos en bicicletas; ahora veo que no. Holanda lo es.

jueves, julio 28, 2005

amsterdam 2

una vez más en Amsterdam. sus calles, sus canales, sus puertas, sus rincones rosados. quién iba a decir que navegar en ella es verla de otra manera. es otra ciudad. una ciudad con casas que son botes y con botes que son casas. la gente se sienta en la popa para tomar el sol, cuando se aparece el sol, y otros encerrados miran desde la ventana a ver quién pasa. todos se conocen en los canales y sus vecinos son las barcas y sus vehículos las lanchas.
Amsterdam siempre será esa ciudad sin autos, con botes, con bicicletas. hay tranvías y tricicloes que se utilizan como taxis y también lanchas. al caminarla hay que tener cuidado del tráfico que emprenden los turistas en dos ruedas, pues, claro, son unos ignorantes conduciendo la bicicleta, se pasan la luz roja y la multa que les cae, el divino cielo.
aquí las bicicletas son como las combis en el Perú o como los mototaxis en Piura. pero ellas no contaminan, son el vehículo ideal para recorrer las estrechas calles de Amsterdam (no sus canales). por eso yo la utilizaba a mi pequeña verde cuando estudiaba en Piura. la estudiante en bicicleta, la profesora en bicicleta? era mis piernas, mis brazos, mis pulmones, mi alma, que ganó siempre las batallas de hierro, y me entristecí cuando los ladrones se la llevaron de mi casa por el techo.
ahora camino en Amsterdam y cuando me subo a una bici-combi le pido directo a la Plaza de Rembrandt que allí, como dije en mi anterior artículo, están todas las nacionalidades, las razas, las culturas, los idiomas se mezclan por las calles principales de Amsterdam y la peruana también, por supuesto, y hoy que es 28 de julio me voy directo al restaurante del chino de la esquina a comerme un cebichito y escuchar un huaynito que en Amsterdam también se puede. Salud!

martes, julio 26, 2005

la otra

uno suele recuperar lo perdido, incluso el tiempo, incluso el espacio, incluso los objetos robados. no digo ahora que ya no está ni menos que volvió. sin embargo ella regresó a mí, en la casa de los monos del canal de agua llamado "los caballeros" en donde estaba sin llave, tirada en la vereda, totalmente abandonada. cuando la vi me dije: "llévatela", pero fue una señora la que me propuso llevármela. la alcé del suelo, le miré las llantas y el asiento, "un poco oxidada", pensé, pero me la llevé.
ahora huelo el olor de la carne entrar al café internet. es hora de comer. ella está de vuelta en mi ventana y yo la miro con los aros torcidos, con el timón descuadrado. "tengo mucho que reparar", creo, pero para ello, el sacrificio. aquí uno no cuenta en soles pero sí en euros. parcharle la llanta multiplicará el sol por cincuenta y vaya eso sí que le duele al bolsillo. extraño a mi chino de la esquina que sólo me cobraba un sol por el parche... ahora tengo que ir aquí a la vuelta de mi ventana a parcharla por media hora. aquí no se cuenta por parche ni por moneda. aquí se cuenta por tiempo. ¿por qué el tiempo cuesta veinte euros?

lunes, julio 25, 2005

amsterdam 1

es bueno volver a Amsterdam. caminar por sus calles es una especie de catarsis sicodélico que ayuda a salir de la realidad cuando más se necesita. vivir en Holanda es como dije vivir en una caja de cartón. la gente vive paranoica por las reglas. ¿pero qué sucede en Amsterdam? en Amsterdam puede que suceda nada y a la vez todo. es como todas las ciudades. tiene calles, recovecos, una calle china, otra de putas, las típicas panaderías, la gente medio loca, pero en Amsterdam nada es prohibido, y llegar a ella después de vivir encerrado en ciudades como Leiden, es como respirar el aire del campo en la metrópoli. uno escucha todo los idiomas, se viste como le dé la gana y no es visto como suelen hacerlo las viejas de las esquinas en las calle miraflorinas o de santa isabel. Amsterdam es una ciudad con aire de pueblo. es una capital sin rascacielos. ¿y cómo la conocí? pues caminando, la mejor manera de hacerlo.

viernes, julio 22, 2005

día gris

en Holanda los días son siempre grises, aunque hace unas semanas el sol brilló como si yo estuviese en Piura, hoy amaneció otra vez triste. al abrir las cortinas vi el cielo como Sepúlveda en la selva, color panza de burro. ¿para qué echarle la culpa al burro? mejor culpemos a los holandeses que viven en el rincón más gris de la tierra (tiendo a exagerar).
hay un dicho de los holandeses: "el humor de un holandés es como el clima". mírenlos ahora. caminan en la calle con sus abrigos, con el rostro totalmente tieso, llevan siempre un paraguas en la mano, y no provoca saludarlos, con la cara larga que la mayoría maneja. a veces aparece un loco gritando. los días no deben hacerse a mí, me lo digo todos los días en la ducha, pero no puedo evitarlo. ver este cielo todos los días es bastante triste. el otoño es para mí peor que el invierno y el verano es un otoño. llueve todo el día y para colmo roban bicicletas.
ahorita me voy a casa a comer algo pequeño y escribir un poco. espero que salga el sol. vivir en un país bajo la panza del burro es casi siempre vivir debajo de un techo. así es el clima, así son las personas.

somos todo

hace algunas horas regresé a casa por el callejón de la calle verde que da a la 17B y vi que no estaba. no estaba con sus nueve letras y me dije torpe, eso me pasa por torpe porque sabía que alguna vez tenía que pasar. había desaparecido de la ventana.
una hora antes la había dejado allí apoyada contra la otra, también de nueve letras, color verde, al pie de mi ventana, la abandoné sin llave como todos los días como cuando voy a la tienda o al mercado, incluso a la biblioteca; la deje sin llave como aquella última noche en que olvidé asegurarla, y claro siempre amanecía allí intacta con su fierro marrón, sus dos llantas y el timón.
pero hoy tuvo que suceder. no llegó al atardecer. salí una hora de mi casa-habitación y cuando volví no estaba. ahora la gente me pregunta que por qué me aflijo. no es la primera vez que me pasa. hace años me robaron una de mi casa; se metieron con todo por la puerta principal. los amigos me decían "la he visto, la he visto" montada por un ladrón que se la llevó en la maletera de un carro.
ahora temo verla y decirle a mis amigos "la he visto".
a ésta no se la llevaron en un carro, se la llevaron bicicleteando

soy nada


no tengo una razón seria para escribir este blog. hay quienes dicen que es una buena manera de hacerse leer pero yo digo que es una buena manera de hacerse escribir. evitaré utilizar mayúsculas (solo para los nombres propios), pero sí tildes, aunque me cueste tiempo en esta computadora holandesa marcar el alt+160. ahora mismo estoy en la biblioteca de la Universidad de Leiden, un edificio hexagonal que imita malamente al cuento de Borges La biblioteca de Babel, pero es un buen recoveco para escribir y escribirles mis historias. creo hay mucho por contar y descontar en mis anécdotas; por lo menos me mantendrá ocupada y DISCIPLINADA (allí sí uso mayúsculas) en lo que a escribir se refiere. ¿mis proyectos? escribir y no contarlo. mi proyecto soy yo.

PiErDo PAísEs

Borro fronteras - Viajo para conocer mi geografía