hace algunas horas regresé a casa por el callejón de la calle verde que da a la 17B y vi que no estaba. no estaba con sus nueve letras y me dije torpe, eso me pasa por torpe porque sabía que alguna vez tenía que pasar. había desaparecido de la ventana.
una hora antes la había dejado allí apoyada contra la otra, también de nueve letras, color verde, al pie de mi ventana, la abandoné sin llave como todos los días como cuando voy a la tienda o al mercado, incluso a la biblioteca; la deje sin llave como aquella última noche en que olvidé asegurarla, y claro siempre amanecía allí intacta con su fierro marrón, sus dos llantas y el timón.
pero hoy tuvo que suceder. no llegó al atardecer. salí una hora de mi casa-habitación y cuando volví no estaba. ahora la gente me pregunta que por qué me aflijo. no es la primera vez que me pasa. hace años me robaron una de mi casa; se metieron con todo por la puerta principal. los amigos me decían "la he visto, la he visto" montada por un ladrón que se la llevó en la maletera de un carro.
ahora temo verla y decirle a mis amigos "la he visto".
a ésta no se la llevaron en un carro, se la llevaron bicicleteando
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