martes, septiembre 13, 2005

12 de setiembre, por no decir 13

11:26 de la noche. No sé qué significa esta hora, sólo sé que me arde la pierna derecha y que en treintaicuatro minutos cumplo un año más de vida. Tengo una refrigeradora que no me deja dormir, también un colchón y un perro de peluche que me mira desde una esquina. La verdad es que las cosas no van tan mal, pero cumplo un año más de existencia y sigo siendo pobre económicamente.
Mi madre me diría que no hay nada mejor que hacer lo que uno desea hacer. No sé si elegí bien. Soy pobre, ya lo dije, y no tengo idea de qué me irá a deparar el destino en esta carrera de narcisos. Soy una hija sin hijos. Camino por las calles pensando en mil macanas y hablando de ficción –sin ser psicótica. Vivo en una realidad montada por demonios y del catarsis ante la página en blanco.
Mi padre rechazó mi idea de seguir la literatura. Diez años antes le aterroricé con mi devoción al Leoncio Prado que mi padre todo asustado quiso que me convirtiese en una opulencista. Qué me diría hoy después de casi ocho años de su muerte al verme tan sobreviviente en la calle de la groenesteeg, sobreviviente de realidades opulentes, trabajando de niñera a por la literatura. Y me pregunto: Qué me diría Mario: “Susanita, ¿qué libro estás escribiendo?”, todo interesado y lindo él, por hablar de padre también, adoptivo, con tres hijos verdaderos y yo la escribidora, ¿que escribo? Historias sin proposiciones, la literatura del no, un Bartleby a lo Melville en relatos de viaje.
Y es que no se necesita más para sobrevivir, sólo contar fantasías. A las abuelas hay que mandarlas al carajo de vez en cuando cuando sólo hablan de la guerra y de lo importante que es el centavo (“sí abuela, añado, éste es mi centavo y no voy a dejar de hacer lo que me plazca en esta corta vida”). Lo único: la resistencia, y no quiero sonar a vieja consejera que habla de las ideas, las convicciones, los compromisos en una sociedad robótica-descomprometida en donde lo más importante es TENER un automóvil, una casa, un jardín, un perro, dos hijos, cinco gatos. Mi pregunta es: ¿Tener y no tenerlo es lo mismo que ser o no ser?

Medianoche. 13 de setiembre. ¡Feliz cumpleaños! Joer, la vida corre. Hamlet se presenta hoy en la noche en el teatro y no voy a hacer lo mismo que Kafka en 1914. En lugar de irme a la piscina, me iré de pesca (Maupassant, si me escucharas) a la calle 17B groenesteeg. Y espero ahora que ellos no me cojan como Liliput. Hasta mañana.

lunes, septiembre 05, 2005

hace días...

...no escribo una linea ni leo mi puta geografia. hace horas que no hago mas que pensar y minutos uqe parecen anyos y decadas y siglos... sin embargo, al despetar cada manyana tengo la sensacion de tener una radio en el cerebro, una sensacion extranya sentirse ahora fuera de tu pais y de tu cuerpo, y de estar en otro lado (en la casa del vecino, en la vereda del frente, mirando el gato que pasa, la bicicleta que frena, los coches que tocan las bocinas) y olvidarse del interno. un anyo atras miraba y yo era otra, con el tallo apenas creciendo, con las raices buscando la buena tierra, me impresiona ahora verme, yo, mi misma, que siempre me he buscado en el espejo, otra, sensual, arquetipica y picara, diferente de lo que fui atras. y digo: vengan ahora viejos verdes a sacarme la chaveta que los mato a martillazos solo con el cerebro. vengan ustedes hijos de puta a quererme chuparme la sangre que ahora brota en cada centimetro puro de mi alma. para los que no saben vivo en una calle peatonal de Leiden (que donde queda? que donde? donde? : en un rincon del pais mas pequenyo del mundo [mientes! mientes! hay paises mas pequenyos]) llamado ciudad, con avenidas, calles, casas rosadas, caminos rosados, todo rosado, perfectamente delimitado para que uno no roce con el otro y se olvide por completo de su propia chaqueta. vivo en una calleja que le dicen verde y tiene por guardianes a una peluqueria de esquina y un restauran de menu a 7 euros y por alli pasan los perros, la gente curiosa que se asoma por mi ventana, las viejas gordas con los cabellos amarrados, las holandesas tanques y sus triquinis de a sol. a quien no le va a agradar salirse de su geografia cuando lo que le rodea es lo surrealista (a quienes llaman ustedes surrealista?) a quienes?). busquemos la verdadera identidad, esa geografia interna, esos picos altos que logra alcanzar mi letania, esos valles sagrados en donde aterrizo cuando me da la gana? geografia, la mira, la analizo, las quebradas, los rios, las montanyas, los mares... que se yo... y vivo en un punto pequenyo trantado de encontrarme inmensa. y lo digo: me encuentro.

PiErDo PAísEs

Borro fronteras - Viajo para conocer mi geografía