domingo, junio 29, 2008

Bicicleta en alta mar


Mi verde siempre fue parte motorizada de mi cuerpo. Andamos de arriba abajo juntas, para hacer la compra, para ir al gimnasio, para estudiar, para pasear. Por poco no dormíamos juntas. Ahora mi verde está viajando : en un barco rumbo al sur junto con otras companeras de viaje en un container gigante. Nos han separado por algunas semanas. Qué difícil es vivir sin ella. Pronto nos encontraremos de nuevo en Guayaquil.

Primera historia: La cambié por otra que me robaron y me la llevé en caja a Espana. Eso en 1999. Allí paseé por las playas bilbaínas y también por las montanas pamplonicas con mi verde.
Volví al Perú.

Primer incidente: La trocha a La Legua por el río Piura. Un tipo empieza a correr detrás de mí con un machete. Me empuja y me hace caer de la bicicleta. Me quita la mochila (llena de unos plátanos, panes y 10 soles) y se va corriendo. Mi bicicleta sigue aquí.

Segundo incidente: 5am en Piura, escucho gente correr en el techo, un grito que dice: "se roban la bicicleta". El ladrón no se sale con la suya; intenta llevarse mi bicicleta por el techo. La verde se salvó, el ladrón terminó en la comisaría.

Segunda historia: Siempre quise llevarla a la sierra, a la verde. Un día la trepé a una camioneta y me fui a Caxas con ella. Hermosa bicicleteada. Sola descendí de Caxas a Huancabamba por un camino que serpenteaba por las montanas. Mis alumnos creían que yo estaba loca. Ese fue el primer estrago, creo.

Tercera historia: La traje a Holanda, pues la pobre se estaba oxidando en el Perú. Los caminos aquí no son los indicados para una montanera, pero de todas maneras voy con ella a todas partes.

Ahora: me ofrecen trabajo de Quito a Ushuaia. Al principio dije: "mejor no la llevo", pero al final me decido llevarla. Cómo iba a dejarla aquí abandonada en Holanda viendo a todos montar bicicleta, excepto a mi verde montanera? Ella forma parte de mi historia personal. Quizás el último viaje de su vida.
Esta es en resumen la historia de mi verde bicicleta que sin querer recorre más caminos por el mundo que cualquiera... pronto de Quito a Ushuaia http://www.quito-ushuaia.com/
* Acabo de darme cuenta que no tengo foto de la verde... voy a escanear una antigua y después la cuelgo.

sábado, junio 21, 2008

Miki Gonzalez - Premonicion

VERNACULAR MUSIC from the northern Cajamarca, near Piura and Amazonas, the border to Ecuador. This two guys play with a "cana" or "wiro" in quechua. I walked in this region for about 20 days. I won't forget it !

Maraptis !!


One of the greatest moments I had the first part of this year was in January, in Moquegua, Perú. I travelled there together with a friend called Matt. He is an Aymarist (specialist in the Aymara Language). We went together to a village called Muylaque, deep in the ANDES, to find some traces of the Pukina language and of course to learn Aymara from the local people.

The first impression we had was of not knowing where we were. The people were looking at us as creatures from outter space. Some of them say hello, others didn't even say nothing. It was quite strange at the beginning.

We thought the best way to get into the social life of the village, their confidence, was saying "hello" in Aymara. The word "maraptis" is an old way of saying "hello" in that region. Only old people say "maraptis", young people find odd and poor to speak in Aymara, they prefer to speak in spanish, but we start trying to say "MARAPTIS!".

At the beginning people stayed still when they hear us say: "Maraptis mamita!". It was unpredictable for them to hear us talking in Aymara because for them we were the gringos in the village, the ones that spoke english not Aymara !

After some days the imago changed. We said everytime: "Maraptis" and they began laughing at us, and said: "SIMPIKAY !".

Everytime we said : "Maraptis", they answered us: "Simpikay".

After a week we were invited to eat cuy (guineapig), also to speak with them aymara. Everyone began to say "maraptis" in the village, replacing "hello" in Spanish. We got into their social life and learned aymara words.

After some days of eating the guineapig I had to go back to my city, left Matt in muylaque speaking Aymara with all the women from the village (see in photo). It was a very good time for me and him. It was very nice to speak in the native language, and to learn the way they say "maraptis" from their heart.

viernes, junio 20, 2008

Liliput, la Luz y el águila

A esta altura de la vida creo aún no ser capaz de decir qué es el amor. Aquella palabra, el amor, es demasiado grande como para decir que la conozco. Pienso que necesitamos una vida entera para comprenderla y experimentarla a totalidad.

El amor llega desde el momento que somos procreados, o eso creemos, yo por lo menos lo creo. Sin embargo, desde que salimos del vientre de nuestra madre llorando ante el mundo, estamos en busca de amor en todas partes, con los ojos abiertos, los brazos extendidos, el corazón en la mano, entregados.

Amor es una conexión con la tierra, el lugar donde estamos pisando volaando.


Les regalo este cuento :



Si conocieran su historia. Ella buscó el amor en todas partes. No sólo el amor de pareja sino también el amor de maestro desde sus primeros anos de vida. Había perdido tempranamente a su padre, también a su hermano, a toda su familia, y se dedicó a errar por pueblos y ciudades en busca de alguien que le dijera éste es el camino.

Una tarde se encontró con un gordito que parecía buena gente. Ella pensó, éste es el maestro. Se llamaba Liliput, era redondo, un poco fe-ete. Ella le preguntó si la podía guiar por ese sendero desierto que veía desde la montana. Él le dijo que sí, que él era el maestro.

Ella lo siguió por un camino recto hacia un bosque de rocas. Al principio fue un hermano que la llevó de la mano arriba abajo, los dos se comprendían muy bien, los dos se admiraban, ella estaba orgullosa de contar para él.

Una manyana el regordete le puso de pronto una roca en el camino. Ella no entendió por qué. Pasó por un lado esquivándola y siguió caminando. A la siguiente manyana le puso un tronco de cien anyos de antiguedad, ella trepó por encima, pudo ver al otro lado y continuó el camino.

Una noche, Liliput le dijo: "ven confía en mí, vamos a esa cueva". Ellos entraron a la cueva, se sentaron sobre una roca peuqena y Liliput la empezó a tocar: "cuándo has perdido la virginidad?", le preguntó. Ella le dijo que no la toque, que era virgen, pero él no le creyó. Ella le dio un golpe suave en la cabeza y salió corriendo por el mismo camino que habían recorrido. Felizmente Liliput no la siguió.

Ella caminó.

A los pocos días, después de deambular sola, encontró un cruce y siguió otro sendero. Allí en medio de la bruma había una casa roja con una luz tenue. Había una mujer que sostenía una vela en las manos. Le dijo que entre, que pase a la sala de la casa, que la iba a ayudar. Ella pensó, la chica, que ella podía ser su guía y le puso a la mujer un nombre : Luz.

El primer día recibió una suculenta cena, sin embargo la historia se volvió opaca al poco tiempo. Primero fue una cachetada, luego un rodillazo, finalmente le escupió... "qué pasa aquí?". Lo mejor era irse lejos, buscar otro lugar, sin embargo la mujer no la dejó salir. A la chica no le quedó otra cosa que hacerse fuerte, muy fuerte, aguantar los golpes hasta hacerse tan fuerte para ser capaz de salir de allí.

Todas las mananas, Luz le tiraba golpes y le hacía sentirse siempre siempre culpable: "repite: soy culpable de lo que soy". Y la chica repetía sin creer realmente en lo que decía, sólo pensaba en endurecerse y salir de allí: "soy culpable de lo que soy".

Una tarde un águila se posó en la ventana de la casa. Era grande, de cabeza blanca, con el cuerpo azul. La chica sintió curiosidad. Un día que Luz se fue al campo ella aprovechó para hablar con el águila. El águila no le dijo nada, la miró con timidez, asustada, pero no se fue volando. El águila hablaba en un idioma incomprensible. Su mirada, la mirada, la clavó. Al poco rato, llegó Luz.

Durante días y noches el águila estuvo parada frente a la ventana de la casa. Durante noches durmió allí. Ella se limpiaba las alas, las extendía, también se rascaba el pecho como esperando a que la chica saliera de allí.

Una manana Luz empezó a encontrar los errores en el trabajo de la chica. Después de meterle el latigazo (masoquista la mujer) , ambas discutieron y la terminó empujando. La chica ya era fuerte: se levantó sin problemas y le dijo: "me voy". Luz armó un escándalo. Le gritó (algo propio en ella), tiró sus ropas y le dijo: "fuera de aquí". Luz nunca fue luz, siempre oscuridad...

La chica vagó durante días; durmió en las praderas, en las estepas, encima de las rocas peladas, sola. Una manana al abrir los ojos, vio al águila volar sobre ella. La había estado siguiendo desde que abandonó la casa. La habría visto antes? El águila le empezó a hablar y ella a entender su lenguaje. Le dio un libro con frases en un idioma desaparecido, también herramientas para de-glosarlo. Cada morfema tenía un significado. Cada letra un símbolo. Y los ojos del animal, la mirada aquella, era de pasión.

Con el libro en la mano, la chica continuó de errabunda por el camino, la pampa, la estepa, la montana, atravesando lagos, trepando nevados, yendo hacia el sur ... El águila iba y venía con agua, alimentos, no se veían muchas veces, pero aquellas eran las mejores veces, ambas sobrevivían sin estar juntas, sin absorverse el uno sobre el otro.

El camino empezó a poblarse de caras, jardines, calles y plazas... Ambos viajaron hacia los hielos patagónicos. Al poco tiempo inauguraron un pueblo. La gente empezó a hablar su idioma. El libro cobró significado. Por fin la chica se vio envuelta en una llama de fuego.

jueves, junio 19, 2008

Misa Criolla

Hace algunos anos Ariel Ramírez contó la historia del nacimiento de la Misa Criolla, la obra de mayor relieve universal de nuestra música que conservando sus valores telúricos ha brindado un mensaje profundamente religioso que no tiene fronteras ni en la geografía ni el tiempo.
Un cura de Humahuaca (Umawaka), un pueblito de días tranquilos detenido a orillas del río grande de Jujuy, intenta vanamente que un grupo de cholas y cholitos entone canciones religiosas tradicionales. Falta entusiasmo. Los integrantes del coro sienten la ausencia de las expresiones musicales que les son familiares desde la cuna. El cura de Humahuaca decide entonces escribir a un sacerdote porteno solicitando que trate de conseguirle canciones religiosas pero con ritmos folklóricos.
Y así lo hacen.... aquí el Kyrie.

domingo, junio 15, 2008

De Quito a Ushuaia


Hace varios días que quería escribir en el blog pero me fue imposible desde mi computadora. Parece que hoy se desatoró la pobre y me permitió el acceso a su configuración, para escribir unas líneas en el blog. Ya es mitad de mes, qué cosa, no? Hace dos semanas se atoró y yo aquí tratando de desatorarla, pero parece que funciona bien la pobre.

Yo bien, preparándome para mi viaje a Sudamérica, haciendo las maletas y terminando mis obligaciones para embarcarme pronto hacia el sur. En fin. Muchas cosas por hacer en seis semanas, pues tengo que arreglar todas mis cosas aquí en Holanda. Primero: arreglar el tema de mi habitación. Segundo: terminar el último trabajo pendiente para mi profesor. Y tercero: prepararme mentalmente para tamanya travesía. Pues, no es una cosa fácil viajar cinco meses de un punto hacia el otro. Aunque uno sea viajero por amor hay asuntos que uno tiene que hacer por obligación, y una de las cosas es la anticipación: arreglarlo todo, que quede impecable, tratar de producir el mínimo de fallas y adelante !

Alguna vez comenté en el blog que uno de mis escritores favoritos es Kapuscinski. Bueno, a Kapu lo conocí en Lima a través de un amigo duenyo de una revista famosa. Antes de conocerlo puedo decir que yo ya sabía qué quería hacer con la literatura: ya me había entrado el bichito de escribir historias de viajes de los ANDES y publicarlos para dar a conocer al mundo aquellos momentos de belleza que yo tanto anhelo y recuerdo de mis paisajes. La cuestión fue que yo sabía que si quería hacer esto, es decir, escribir historias de viaje, tenía que viajar... empecé a hacerlo sola, me fui a Puno y Cotahuasi, allí anduve sola caminando de aquí por allá. La gente me confundía con turista. Yo escribía todo en mi Moleskine. Al principio fue duro andar sola, pues siempre temía a los abigeos. Sin embargo, continué viajando de ese modo en la sierra norte de Piura y también por Cajamarca. El viaje siempre fue recurrente en mi vida.
Kapuscinski me ensenyó a través de sus libros que el viaje es un lugar no trazado en el mapa, es decir, yo puedo decidir irme a Roma pero no sé qué monumentos iré a ver, lo haré a medida que camine y explore la ciudad yo sola y descubra el lugar en donde estoy. Así anduve yo por mis pueblos del norte y del sur, trazando las montanas y aprendiendo a leerlas. Yo quería caminar todos los caminitos, andar por los senderos y dibujar los mapas que yo había caminado. Andar se convirtió para mí en una callosidad: yo debía hacerme parte de la naturaleza, convertirme en ella, para poder decir al final del camino: he caminado.

Les cuento un poco. Quizás mis lectores no saben mucho, pero la organización para la que he empezado a trabajar se llama Bike Dreams. Tiene dos anyos de funcionamiento, ya han hecho viajes de París hasta Dakar, o la ronda Italia. La gente tiene un verdadero espíritu aventurero, y creo que me llevo súper con ellos. No conozco más que a uno de los jefes, pero veo que somos de un espíritu parecido. Ahora estamos ocupados viendo el tema de los hoteles y haciendo un bruchure de los Andes.
Alguna vez anduve por los caminos Inca del Norte del Perú (con novela ya escrita), también por los senderos de Muylaque. De alguna forma también tiene relación el haber conocido a mi profesor de lenguas andinas, y el haber estudiado el Pukina, con el VIAJE. Todo tiene una razón en la vida. Aquella idea primaria de viajar y escribir se está haciendo realidad. Determinación o mi propia voluntad?
Ahora me voy de vuelta al sur, por toda América del Sur, y podré explorar mi continente. Ya no son los Andes peruanos, ahora es todo el Ande. Escucho mi música para inspirarme, mi hoja verde de la coca, con mi moleskine. La anticipación.

Puedo asegurarles que lo que siento es verdadero amor

domingo, junio 08, 2008

Miki Gonzales

HOJA VERDE DE LA COCA. Aquí nuevamente con mi nostalgia andina, escuchando su música, analizando sus idiomas, imaginándola con sus montanas. Allí Perú.

PiErDo PAísEs

Borro fronteras - Viajo para conocer mi geografía