miércoles, octubre 24, 2007

Bangkok "fashionable"


Una noche como cualquiera un amigo nos dijo (por teléfono): "voy a hacer una fiesta, vengan a las 8 p.m. Mi chofer los va a recoger".
Nosotros dijimos: "Vaya, esto va en serio, una fiesta con chofer y todo".
Nada mejor que eso en la ciudad del eterno caos: Bangkok, en donde la calle ficha es de putas, las veredas están pobladas por elefantes (tuertos) y la gente se alimenta de alacranes, saltamontes y gusanos.
Nosotros pensamos: "tenemos que ir súper fashion a esa fiesta", bien trendys los dos, con nuestros zapatos de lujo y nuestras últimas ropas. ¿Habríamos sobrevalorado la invitación?
Fuimos corriendo al Siam Paragón, un mall de moda, a comprar algunos accesorios, en el centro de Bangkok. Recorrimos varias tiendas pituconas y otras medio ambulatorias con la billetera adelante, la plata aquí y el dinero allá, sacando la casa por la ventana, mirando el precio y probándonos de todo.
Bien "insopos" nosotros. Cualquier conocido no nos reconocería (ni saludaría).

Primera sesión: el cambio de peinado, señores y señoras... al peluquero díganle, por favor, que saque la tijera y su mejor arte.


Segunda sesión: ya en el hotel, la ropa, bien cambiadita, con unos pantalones pegaditos a las piernas y negros, y claro, esa blusa rosada sin mangas de lo más fashionable... toda una insopo yo.

Tercera sesión: los labios, carnívoros labios, sí, todo un cambio de look, incluso de actitud, recontra sexy.

Cuarta sesión y última: lo más insopo-insoportable: los zapatos de taco de 12 centímetros, color vino, recontra putonessssssssscos. El debut en cualquier momento. Faltaba poco para que el chofer nos vengan a recoger y vayamos a la fiesta.
Una aclaración: yo no sé caminar con tacos, pero esa noche debía andar con ellos, convertirme en la insopo de la fiesta, del desfile, llamar la atención por los cuatro costados, hacer mi fashion show con todo o sin nada, simplemente ser la insopo de los tacos de doce centímetros.
Vaya, costumbres. De los saltamontes a los zapatos. Bangkok es la ciudad en donde los sistemas chocan, la cultura es un tanto crazy... La gente camina por la izquierda en lugar de la derecha, uno no sabe que va a encontrar aquí y allá, la gente se quiere blanquear, mismas geishas. En las boutiques te venden cremas para blanquear la piel, qué chistoso, y en los restaurantes "comida europea".
Nosotros lo habíamos olvidado, pues pensábamos a manera de occidente, bien system nosotros.
El chofer nos vino a recoger. Nos llevó a la fiesta. Yo no podía aguantar los TACOS. No sabía cómo iba soportarlos las "n" horas de la fiesta con tanto invitado. Imaginaba mil escenas: el pie lleno de callos, el tobillo fracturado, caminando como gansa.
"Honey", me dice el Charlie, "tienes que mostrar tu mejor talento, caminar con elegancia, ser tú en esa sala cuando comamos bocaditos".
Costumbres son costumbres (y en choque). Llegamos a la casa de un Suizo en una urbanización en Bangkok. Nos abrió la puerta y dijo: "quítense los zapatos". Volvió a repetir: "quítense los zapatos", mismo militar. "Quítense los zapatos", otra vez (qué insistencia).
El charlie y yo nos miramos: "what?!". ¿Y los tacos que tanto esfuerzo psicológico demandaron, dónde?
El suizo dijo: "Deja esos tacos aquí en la puerta, al lado de esas chanclas". Yo me quedé pasmada, un tanto caótica por dentro, con el pensamiento en el taco.
Minutos después recordé que en Tailandia nunca se entra con zapatos a las casas, ni a las tiendas, ni a los restaurantes. Yo pensé que este suizo quizás iba a respetar la norma (o la horma) occidental (del zapato). Sí y no. Él también andaba en medio del caos, con los chicotes cruzados. Parecía un reloj acabadito de salir de la tienda. Mismo cronómetro suizo. Entramos a comer a su casa sin ningún invitado, sólo nosotros y un amigo más (sacadito de por allí)... ¿y la fiesta? ¿dónde estaba la fiesta? Cuando terminamos de comer nos dijo: "chau, me tengo que ir a dormir". El chofer nos llevó de vuelta a casa.
En fin, nunca hubo fiesta. Todo fue un antojo de nuestra imaginación y de la punta del zapato. Un debut bien fashionable.

11 comentarios:

Galileus dijo...

:) Este ha sido el post más divertido de tu blog, al menos, de los post que te vengo leyendo.

Me quedo con la foto en la que te pintas los labios carnívoros y atrás Charlie te está tomando la foto... te ves bien sexy, la verdad!

Saludos desde Lima!

CÉSAR CASTILLO GARCÍA dijo...

xD

CÉSAR CASTILLO GARCÍA dijo...

profesora susana... es primera vez que leo 'insopo' en su lexicografía... y 'zapatos putonesssssssscos' entre sus fotografías... me parece perfecto, y muy sexy

Anónimo dijo...

Señorita Montesinos, ¿qué es eso de zapatos putonescos? Jajaja. Me divirtió mucho leer tu post. Un 'plop' de dimensiones tsunámicas: comprarse zapatos ultra fashion para asistir a una fiesta donde tienes que ir descalzo. Eso estuvo demasiado gracioso. Pobre Su, ya imagino tu cara volteando a ver (¿por última vez?) sus adorados zapatos de 12 cms. (!) antes de entrar a la casa de un suizo en Tailandia. Jajajaja. Definitivamente esa ciudad tiene muchas historias que contar.

Saludos desde la PUCP

Neto

P.D. Me encanta la nueva 'portada' de tu blog. Parece portada de novela (no estoy sugiriendo nada ;) )

Mamá de 2 dijo...

Bonita portada, en verdad, pero más que de novela, se ve de memorias, de crónicas, de historias personales mezcladas con interesantes datos antropológicos.

Mujer, yo tampoco sé andar en tacos y sabes lo que me cuesta no caminar como pato (los pellizcones de mi madre durante mi niñez algún efecto trajeron consigo). ¡Que vivan las intelectuales rebeldes de pie plano, carajo!

Harta gracia, tu historia. ¡Bien hecho, por "insopo"! Por cierto, no entendí bien al principio que el anfitrión era suizo, por eso me estaba preguntando si acaso en esa parte de Oriente no se entra a las casas sin zapatos... Bonitos los tacos, por cierto. Compraré parecidos en mocasín, jajajajajajajajajaja...

Mis mejores deseos siempre, amiga.

Con amor.

Mamá de 2 dijo...

Bonita portada, en verdad, pero más que de novela, se ve de memorias, de crónicas, de historias personales mezcladas con interesantes datos antropológicos.

Mujer, yo tampoco sé andar en tacos y sabes lo que me cuesta no caminar como pato (los pellizcones de mi madre durante mi niñez algún efecto trajeron consigo). ¡Que vivan las intelectuales rebeldes de pie plano, carajo!

Harta gracia, tu historia. ¡Bien hecho, por "insopo"! Por cierto, no entendí bien al principio que el anfitrión era suizo, por eso me estaba preguntando si acaso en esa parte de Oriente no se entra a las casas sin zapatos... Bonitos los tacos, por cierto. Compraré parecidos en mocasín, jajajajajajajajajaja...

Mis mejores deseos siempre, amiga.

Con amor.

CÉSAR CASTILLO GARCÍA dijo...

Excelentee... ese templo es hermoso, me gustaría estar ahí para dibujar al detalle sus piedras. Me gusta la nueva imagen de tu blog, 'hiperfresh'.

Martina dijo...

me encanta tu blog, sobre todo esta ultima entrada, el cambio tambien esta genial...tan espontaneo y natural.

L. M. Armas dijo...

Me encantó la historia. Me encantaron, como siempre tus fotos. Y esta temática risueña qué bien te queda. Deberías explorarte más en esos terrenos, uno se queda con las ganas de seguir leyéndote. Un beso.

Unknown dijo...

My baby, y ahora que historias nos depara Peru, ya parecemos dentro de una de las historias del desubicado Tintin..jijiji. Bueno habra que seguirle la huella a la aventura, por lo pronto la mia ya comenzo en NY, digamos que no me recibio con los brazos tan abiertos..jeje medio enojada la tia... debe ser el stress....jeje
un beso My Darling
Namaste ,
Tu Charles

Anónimo dijo...

que xvr !!!

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