miércoles, junio 28, 2006

conversación

1
leo los últimos comentarios y me alimento. acabo de salir de un examen para el que no estudié. espero que la profe-argentina no me joda, porque ya estoy a punto de decirle "le ruego que no me joda", que me deje escribir y ser yo. la vi leyendo un trabajo mio sobre vargas llosa. puffff... creen ustedes que pude concentrarme en el examen. vi que anotaba, tachaba, ponía signos de pregunta al lado de mis laaaaargos páarrafos. escribí con el alma, mi articulo salió de las entrañas. hasta que se detuvo en media lectura y lo dejó a un lado. dejó a un lado mi texto demoniaco y yo no pude concentrarme más. me quedé pensando en qué diablos le pasó a la demoníaca que siempre le cambia las citas y le voltea las proposiciones a la alumna medio rubia que la mira con atención en pleno examen. como dice uno de mis últimos comentarios: hay que ser inconformista. y si me tachan, más inconformismo propugnaré y nacerá de mí.
2
-le dije que me había hecho un favor...
-pero te volteó la imagen.
-pues, claro, me usó, me manipuló, me sembró la culpa para sentirse tranquilo, sin culpa.
-...
-cuando yo regresé del perú no quise verlo ni hablarle por teléfono. hablaba tanto de sí mismo. era tan irritable. sabía que no estaba bien de la cabeza.
-¿y qué pasó?
-me gustaba y empecé a salir con él, pensando que yo lo iba a poder controlar. pero a los dos meses o tres le terminé porque ya no lo aguantaba.
-se veía venir.
-pues, claro. y cuando le terminé me llamaba día y noche para preguntarme por qué ya no quería saber de él.
-¿y qué hacías?
-cometí el error de entrar en su juego.
-la típica.
-le expliqué el por qué de mi decisión y no me entendía.
-pucha, error tuyo.
-sí, error del que debo de aprender, porque empecé a sentirme culpable. a sentirme responsable de su depresión, pero...
-tú ya lo habías conocido, así, recontra depresivo.
-pues sí. recontra depresivo e inseguro, sin autoestima. siempre me preguntaba si las cosas que hacía estaban bien.
-ahora entiendo.
-entiendes qué.
-solo hablaba de sí mismo.
-pues, sí.
-quería que lo hagas sentir bien.
-sí.
-¿y te hacía sentir bien a ti?
-no... llegaba a su casa y todo era su conversación, vino, marihuana... me desconcertaba ver tanto desorden en su cuarto, en su vida, totalmente abandonado.
-eso te llegó a entrar al corazón.
-pues, claro que me entró al corazón... traté de aguantarle todo lo que podía, me decía este chico necesita cariño, pero me daban dolores de cabeza. no soy madre de nadie. toda mi conversación giraba en torno a él.
-y nunca en ti.
-pues, cuando hablabamos de mi era sobre qué estaba escribiendo, qué foto había tomado, deberías hacer un video, deberías escribir el guión de nuestra película...
-¿nuestra película?
-pues, claro, cuando le dije que escribía, me pidió que lo ayudase a escribir el guión de un viaje que él pensaba hacer por sudamérica.
-¿cómo?
-sí, idea de todo joven que quiere darse la vuelta al sur... preciosa idea, pero todavía era irrealizable.
-¿y nunca hablaba de ti?
-nunca. nunca me preguntaba cómo me sentía. sólo me preguntaba si me sentía bien con él... todo relacionado a él.
-ya veo.
-sí, pues. su palabra era estrés.
-pobre!
-si, pobre... pero me contagió ese estrés, y ese estrés me llevó a terminarle la relación.
-y seguro te hizo sentir culpable por terminarle.
-sí. me hizo sentir culpable por terminarle, por no saberle explicar cuál era el problema.
-y qué paso?
-él se fue al perú.
-se fue a perú?
-sí, ese era su estrés, ver a su familia tardar en comprarle el pasaje a perú.
-jodido.
-tardó varios meses en ir a perú. yo lo escuché decirle: voy a perú, desde que lo conocí, osea, hace más de ocho meses.
-qué inestable.
-pufff... recontra inestable.
-y ahora?
-pues, ahora, volvió del perú y no me llama.
-...
-dice que le doy estrés.
- (?)
-ahora la estresada soy yo.
-jajaajajajajajajaja
-y como ya no me necesita...
-qué hasta el culo.
-y como ya no anda estresado...
-qué huevonazo
-se aleja de mí porque le doy estrés.
-...cuando él te lo contagió a ti!!
-claro, recontra manipulador.
-pienso que me hizo un favor. el problema es que cuando yo le pedí para terminar, no fue conciente del daño que me estaba haciendo. yo me alejaba de él por el mismo factor. que por culpa de él no estudiaba ni trabajaba. ahora dice que yo lo estreso.
-que se pudra.
-típico, no?
-típico, no, patético, es igual al resto.
-cagado...
-a tiempo que te deshiciste de la basura.
-sí, pues, a tiempo, pero me dejó mal, él se fue bien y yo mal... qué mierda de hombre.
-todos son unos inmaduros.
-todos son igual.
-en fin...
-¿sabes? quiero dormir.
-bueno, yo también tengo sueño.
-esta carpa es incómoda. ¿por qué no compraste otra?
-ya nos acostumbraremos.
-bueno, intentaré dormir, este viaje será inolvidable.
-por la carpa?
-no por la carpa.
-entonces?
-por ese viaje a sudamérica que alguna vez quiso hacer ese muchacho.
-te trae recuerdos.
-sí, claro, sobre todo cuando hablaba del perú. quería ir a todo lado en el perú. yo le dije que era imposible. ir a todos esos lugares demandaba un año entero... lo peor es que me garabateó mi mapa.
-los garabatos son de él?
-sí, son sus garabatos.
-vaya muchacho, en todo lado dejó huella.
-ja ja ja
-si nos escuchara ahora, seguro pensará "qué orgullo que deje mi huella"
-huella patética
-no sabe diferenciar... todo lo manipula a su favor
-de esos abundan
-él que se auto-diferenciaba del resto, es lo mismo.
-bueno, el mundo es de los conchudos.
-sí, claro.
-no importa. tu mundo es este.
-...viajar.
-y seguiremos viajando y conociendo tipos como él.
-sí, por todos los rincones interiores.
-lástima por la carpa, es demasiado incómoda. decía: para dos.
-bueno, no importa, estamos haciendo el gran viaje.
-sí, el súper viaje.
-hasta mañana...
-chau, hasta mañana!

sábado, junio 24, 2006

correspondencia


Hola,
acabo de leer tu última carta. ahora estoy en la biblioteca intentando escribir, intentando denunciar, sacar mis demonios personales y ser yo nuevamente. escribo una historia con salida hermosa porque estos ultimos días han sido medios espesos, no por el clima, no por la gente, más bien por los acontecimientos y deseo salir yo... a veces me refugio demasiado en mi interioridad y mis demonios me hablan, me dicen, me ayudan a ver qué está bien y qué está mal (a pesar de ser demonios). hace unos dias, les dijeron, salió con alguien, un muchacho simpático, pero allí quedó, no pasaba nada, no pasaba nada, porque le absorbía e irritaba y ella necesitaba a un hombre de verdad.
aquí ella con melancolia. escribiendo textos que le salen del alma, aprendiendo a conocer su geografía, ¿recuerdas cuando ella y tú se escapan al desierto, donde las mulas y las gentes visten de negro? lo recuerdo muy bien, y ese beso, todo temeroso, suyo, ese roce de labios que tanto temor le dio porque no sabía qué hacer en ese momento, todavía era una niña, ahora es adolescente, no se quería dejar amar, y ahora que se ve a seis años de ese encuentro, sigue pensando, recordando, imaginándose cabal, escribiendo su poesía, dando su corazón al mundo, a ese mundo que debe aprender a conquistar, a ese mundo que debe aprender a conocer, porque sí, aquí el mundo es egoísta, no sólo hay vacas en los campos verdes, mi holanda, también hay gente muy metida dentro de sí, y se descubre como una persona salida de sí, que necesita el contacto, que requiere de palabras bonitas, que quiere decirlo todo y escucharlo todo. sin presión, con gente que sabe y no que simula conocer.
ahora debo seguir con mi vocación, la que ambas compartimos, aquí en los blogs. el otro día escribí un texto que tuvo reacciones adversas, las buenas, las ves en los comentarios, las malas, lamentablemente me lee gente que no sabe y se siente aludida. necesito un lector como tú que sabe apreciar la belleza y que encuentra en cada palabra la cercanía de algo tan distante como yo... pero no soy alguien distante... aquí estoy sartrecillo valiente!
yo

jueves, junio 22, 2006

una pasión correspondida


Sólo sé que la literatura me apasiona y que esa pasión también trae desencantos. Hay días que vivo por la literatura, hay otros en los que no la quiero vivir. Suele suceder que cuando voy a la biblioteca me concentro y no me despego en todo el día, pero también sucede que cuando voy a la biblioteca dejo de tener ganas, me dan ganas de atropellarme de machucarme y de salir en bicicleta a pasear por Leiden, a perderme por su calles, a sumergirme en sus caminos, a olvidarlo todo, conversar con gente desconocida y amigos, dejarlo todo y dormir para la mañana siguiente.
Anoche me sucedió algo particularmente extraño o mejor dicho, los últimos días me suceden cosas extrañas. El fin de semana pasado me sumergí en la teoría o la concepción de la literatura de Vargas Llosa (ése vargas llosa, cuando no en mis historias, ¿no?). La culpa la tiene él desde que publicara sus libros en los sesenta y se hiciese tan famoso y conocido por esos libros tan bien escritos. Obvio, yo no viví los sesenta, pero el fin de semana los viví a través de las teorías que contaban los críticos de Vargas Llosa sobre Vargas Llosa y toda aquella teoría que rodeó la literatura de los sesenta en Latinoamérica.
Aquella idea del hombre atornillado a su escritorio descrito tan bien por Flaubert.
Flaubert me trajo a la mente aquel compromiso que uno debe seguir con la literatura. Siempre viví la literatura como un juego, y ahora descubro que no es un juego, sino un fuego que calza en mis cenizas y brota de mi corazón como una gran llama tan viva que a la noche me da dolor de cabeza. La literatura es fuego, sí, y es un fuego peligroso porque si uno le es infiel, te dejará por otro, y si cumples sus preceptos, te será fiel hasta el final, nunca te abandonará. Me explico: si uno quiere dedicarse a la literatura debe vivir por ella, dedicarse las veinticuatro horas del día a este ejercicio, porque si uno no lo hace, se desconcentro y todo el saber se va a la basura de la memoria, y el ritmo, la voz, las palabras, vuelan hacia un infinito del cual nunca más regresan, sólo si uno vuelve a concentrarte en ella. Si no te enganchas a la literatura, como el hombre a la mujer, vivirás desengnchado de ella y eso, en persnas que están habitadas por demonios (siguiendo a Vargas Llosa), es un desastre porque te vuelves loco, si no vives por la literatura te volverás loco, dicen por allí.
Estos últimos días descubro que lo único que tengo en la vida es la literatura. Yo la elegí. Yo decidí estar con ella por culpa de vargas llosa, no del vargas llosa del sesenta, sino del ochenta, cuando llevaron al cine "la ciudad y los perros" y yo, que no la ví, por mandato de mi padre, pues, me impacto el sólo hecho de ver la publicidad en la televisión, y años después de ese suceso me veo leyendo el libro que de niña sólo la idea impactó, escondiéndome entre las sábanas de mi cama para que mi padre no me chape con el libro. Leí la ciudad y los perros y decidí quizás allí, no lo recuerdo bien, refugiarme en ese mundo de la literatura, sacando más libros de mi estante, revisando teorías, imágenes, palabras, aunque no las entendiera. Allí supe que ésta sería mi vida y la sola decisión de dedicarme a ella, la literatura, implicó darle el rumbo que le di siempre a mi vida, esos rumbos que uno toma por decisión propia pero que a veces le gana si uno no se dedica a cien por cien a ella, y a mí casi me ganó.
Ahora estoy sentada en la biblioteca de la universidad. Veo a muchos estudiantes en las mesas de lectura tratando de estudiar para sus exámenes. Yo también tengo un examen. Mi examen es el próximo miércoles, y recuerdo el fin de semana que pasó y en todo mi esfuerzo por dedicarme a ella, sólo a ella, y en el nivel de concentración alcanzado el sábado-domingo-lunes y los frutos que estoy dando a medida que leo y estudio. La cuestión es que yo nunca estudié literatura, me dediqué al periodismo, y me pregunto ahora en qué mundo estuve metida, qué me enseñaron si siento que no aprendí nada, qué profesores me tocaron cuando sólo sabían hablar de sí mismos, y nunca me hablaron de los discursos, de las teorías, de las voces narrativas, que hoy aprendo aquí y nunca antes supe, nunca antes me descubrieron, sólo lo tuve que buscar yo, y ahora que vivo una literatura de verdad (me sacan la chochoca) y no de mentira, pues todo era una mentira anteriormente, (sin culpar a nadie porque el final de todo algo aprendí en periodismo a pesar del mundo de Lili), empiezo a descubrir el verdadero sentido de esta vocación tan solitaria como la misma solitaria que según Varguitas debemos conquistar, para poder dedicarnos a aquel ejercicio noble (eso parece, no siempre lo es) que es la literatura.
Estos últimos días descubro que lo único que tengo es literatura y que si le soy fiel nunca me dejará. Le puedo ser fiel a los amigos, a los vecinos, a mi familia, pero nunca habrá algo más fiel que la literatura, ésta compañera, porque los amigos a veces te dicen chau de mala gana en plena conversación por internet (se desconectan y después de cinco minutos vuelven a entrar para ver si has desaparecido), los enamorados sólo hablan de sí mismos sin aprender a escuchar (escuchan sólo cuando una les habla de ellos, de nada más), las amigas cambian los horarios y las citas a última hora, otras ni siquiera te llaman, otras dicen somos tus grandes amigos y nunca se aparecen para preguntar cómo estás, la familia sólo te habla en negativo (no los culpo, así son, además no todos son así). Y no culpo a nadie por ser como es o por irritación. No culpo a nadie porque todos piensan que esta carrera esclava es un hobbie o leer Bouquet, creen que la literatura es un juego para niños, que escribir es más fácil que pintar (el abc es facilísimo escribir al lado del dibujo del ahorcado) y que estudiar es una pérdida de tiempo. A aquellos que piensan en capital, a aquellos que piensan que esto no es un trabajo, pues, es el trabajo más esclavo que existe, y a la vez el más libre, y si nunca llego a tener mucho capital, pues, no me importa, prefiero vivir de pobre antes que dejar la literatura y morir de a pocos en la soledad, porque aunque la literatura sea un ejercicio aparentemente solitario, como las solitarias que crecen en tus intestinos, esa soledad no es comparada con el mundo real. Los mundos que leo en los libros, imposibles para muchos, son mucho más ricos y activos que aquellos de la vida real. La literatura es un arma de doble filo y empiezo a aprender a convivir con ella aunque ambas seamos femeninas y nos lleguemos a odiar.

PiErDo PAísEs

Borro fronteras - Viajo para conocer mi geografía