Hace algunos días, una de mis compañeras de piso me buscó para decirme que había visto un ratón en uno de los pasillos de la casa, corriendo veloz hacia un hoyo en la pared.
Yo le dije: "pucha ¿un ratón?".
Ella me sonrió y me dijo: "Felizmente no se mete a mi cuarto".
Yo me dije: "No puede ser".
Ese mismo día mientras cocinaba pensé en el comentario de la chica alemana: Ratón. ¿De qué color? ¿gris o marrón? ¿Chiquito y peludo? corriendo por la casa.
Curioso: mi habitación está al lado de la cocina. una puerta amarilla me separa de ella y del ratón, que vive en un pasillo al otro lado de la cocina. Que ni se le ocurra venir aquí al mamífero ése porque soy capaz de... capaz de ahuyentarlo de un manotazo.
Me fui a echar en la banca azul de mi habitación, vaya profesión la que tenemos algunos. Me puse a leer un libro y ya a punto de quedarme dormida, la rica siesta de siempre, pues, vi una nariz asomarse a mi mirada, una sombra gris en mi habitación. ¡El roedor había cruzado mi puerta!, caminado hasta la mitad del cuarto (un poco menos) -con nariz, con cuerpo con todo- asomandose a husmear mis pertenencias. Parecía entrar a su propia vivienda.
Primera vez que veo un ratón asomarse a mi cuarto. Parece acabadito de llegar del trabajo. Nunca me había dado cuenta en los cuatro años que vivo aquí, que los ratones pueden entrar así de fácil a mi vivienda.
Resolví gritarle como si fuese mi propia mascota: "¡Fuera de acá!".
....... ..... .... ..... ... ... ... ... .. .. .. . . . . disparado el ratón de regreso por el mismo camino, por la puerta amarilla que divide mi cuarto de la cocina y el hoyo del corredor... .......... hoyo en donde se mete como puede, disparado y sin que lo vean.
(silencio)
Salgo de mi habitación en busca del descraciao.... me pongo a husmear por los rincones de la casa, pero nada. Decido regresar a mi habitación a velar por su re-aparición en la alfombra de mi habitación...... Ja, me pregunto: ¿Dónde estás ratoncillo? ¿dónde juguetón?
Tapo la conexión de mi cuarto con la cocina con algunas toallas y bolsas de plástico del mercado, pongo mi cámara filmadora, fotos, celular..... por ninguna parte.... reviso mis muebles, mi ropa, mis zapatos.... Nada..... por ninguna parte.... En el hoyo de la pared. No está. Tampoco en alguno de mis muebles. El desgraciado se metió por otra parte. Sin duda el susto del ratón.
Después de dormir una noche en vela (sí pues dormí una noche en vela), salí en busca de veneno para roedor, qué fuerte suena eso; huchas rosadas de ratón que los SECAN infinitamente por dentro. Al regresar de la tienda echo la hucha en el hoyo del ratón, pero al desgraciado no se le ocurre comérsela, no hay manifestación externa del roedor. ¿Dónde ... está?
Ya se había convertido en protagnista del día en la casa. resolví contarle a una de las chicas y me dijo: "mientras no se metan a mi cuarto". Ay, claro, qué comodidad... a mí me joden, caray. Indiferencia total, o sea, mientras no entre a sus cuartos no les interesa , o sea, le permiten al ratón que se suba a sus platos, sartenes, platos con comida que dejan sin lavar, a veces días... sin problema (o roche alguno).
Sin queja alguna (pues ya me llegaban al copete) decido mover los muebles de mi habitación. El escritorio, el sofá, el armario. Saco la aspiradora y empiezo a aspirar en cada esquina, en busca de huellas de ratón, por alguna parte debía estar el individuo ése. Nada no hallo huellas, ningún rastro de ratón.
Ahhhh...... Miren detrás de mi biblioteca. Es imposible ver allí. No tengo idea si habita a seres vivientes. CreO que sólo libros, volúmenes, en desuso, cargados del polvo, arrumados en un estante empotrado en una esquina. signo de que me voy quedando por aquí.
Jalo el estante de libros. jalo con mis manos para ver qué tengo exactamente detrás del mueble. está bastante pesado, lo sé. Y ALLÍ LO VEO, señores y señoras. habíamos dormido dos noches juntos (con quinientas más) bajo el mismo techo, por poco la misma cama. él detrás de mi biblioteca y yo en mi camarote. amigos de toda la vida, caray, acompañados.
Es una casa de ratón. caquitas por allí, tierra blanca sobre la alfombra. pienso: y esta cal?? del muro, como si hubiese estado mascando, comiéndose la cal del muro. inteligente el ratón. había hecho un hoyo pequeño detrás de la biblioteca, y allí debajo del mueble, había una guarida perfecta en donde dormir y pasar las noches. una sorpresa evidentemente sorprendente porque claro yo vivo allí y me siento a leer siempre al lado de de la biblioteca, y nunca me había percatado del ratonzuelo. El ratón salió por supuesto, disparado, hacia algún lugar sin dirección, salio por la puerta amarilla... a la cocina... después al corredor y se metió a su hoyo echo un pichín, Ja, descubrí su escondite.
Mi casa es ahora un lugar protegido por rastros de comida. habíamos dormido bajo el mismo techo, y compartido una temporada juntos. pero te fuiste ratón, te fuiste. ahora no estás, ya no no.