sábado, enero 29, 2011

Viajar en tren


Estoy sentada en el tren, nuevamente de un lugar a otro, abarcando la distancia que hay entre el norte y el sur. El tiempo. Ya no lo conozco, tampoco el espacio. Me siento al lado de una ventana a contemplar el paisaje de invierno. Veo campos de cultivo, granjas medio abandonadas, caballos pastando a menos dos grados bajo cero. Pienso que viajar es abrir espacios en la cronología del tiempo, silencios que dividen escenas. Y ahora viajo, vuelvo al movimiento, por pocos días, pero la misma sensación siempre. De viajar, de andar, de dividir los días, las semanas, en capítulos.

Horas después. Acabo de escuchar el accidente de un tren en la pantalla de TV en mi casa. Un tren de pasajeros a cien kilómetros por hora contra otro tren de carga. ¿Los muertos? Hoy las noticias no vuelan en internet. Es domingo. Internet también necesita treguas. Escucho que dicen diez. En Alemania.  

viernes, enero 21, 2011

La panadera detrás de su mostrador

Veo desde la ventana de un tercer piso, una calle de piedra, otros edificios con otras ventanas, y abajo, una panadería.

Desde el tercer piso veo la panadería. Tres ambulancias allí, las sirenas azules dando vueltas, como en una emergencia. Médicos entran en ella, con equipo médico, con maletines y algunos policías. ¿Qué ha pasado?, me pregunto yo.

Veo a una mujer tirada en el suelo de la panadería. Los médicos la desnudan, le sacan la blusa, el brassiere. Empiezan a hacerle respiración boca-a-boca. Parece que la mujer tirada en el suelo está desmayada.

La gente se acumula en la panadería. Los policías intentan alejarlos del establecimiento, convencerles de que no caminen ni entren allí. La filosofía de mantener la vida ajena lejos del espectáculo. Los médicos le dan "electroshoks" a la mujer.

No revive, la mujer.

Los médicos dejan la panadería. Cubren con una sábana el cuerpo de la señora. Alguien llega, parecen parientes, se ponen a llorar.

En un momento dado todos se van : ambulancias, policías, familiares, y la panadería se cierra. El cuerpo sigue allí adentro muerto, inerte, sin vida, de la señora que atiende / atendía allí. Era la panadera del lugar, el contacto con los clientes, la que te daba el pan y recibía a cambio tu moneda.

Nadie recoge el cuerpo, se queda allí tendido entre el aparador y los hornos de la panadería. La soledad de la muerte hecha pan.

Yo dejo de mirar por la ventana. Ceno un lomo saltado (tardo una hora en cocinarlo).
Al terminar de cenar, el cuerpo de la mujer sigue allí, solitario, inerte, sin vida, sin dignidad. Me voy a dormir.

Al día siguiente el cuerpo ya no está allí. El suelo es ahora un espacio vacío.

La panadería abrió las puertas de establecimiento como cualquier otro día en esta ciudad. La gente va a comprar el pan como todas las mañanas.

La filosofía de la vida, la realidad del consumo, la muerte solitaria de la panadera detrás de su mostrador.

martes, enero 18, 2011

J.

Anoche soñé contigo J.

Soñé que estábamos en Arequipa, en una alameda llamada Tingo, allí donde yo de pequeña entraba y salía del portón del colegio. En esa alameda de Arequipa.

Yo había llegado allí, no sé cómo, en mi sueño. No sé si te encontré o te llevé, J. Pero cuando aparecí en esa alameda vi a muchos niños sentados en bancas, en sillas de plástico, rodeados de gente, de autos, combis y palmeras altas. Los niños jugaban como yo lo hacía en el pasado, en el colegio, mientras esperaban a que mis padres lleguen a recogerme en su auto. Así eran las tardes del colegio en mi memoria.

En ese momento dije:

"¡Cómo ha cambiado este lugar!", y me encontré con un amigo, un viejo enamorado, que me dijo "hola" con sus ojos azules brillando como siempre.

Y yo le dije: "Siempre te amé".

Luego caminamos por esa alameda. Recorrimos todos los lugares de antaño, incluso la piscina Carpayitos y los buñuelos de la laguna de Tingo.

A los pocos minutos continuamos ruta y me seguiste por una gran avenida. Llegamos a un parque de Cayma. Nos tiramos sobre el césped y nos abrazamos.

Pero todo concluyó cuando te dije : "No puedo J. no puedo, me voy a ... ".

Y nuestro romance concluyó allí.

PiErDo PAísEs

Borro fronteras - Viajo para conocer mi geografía