Desde que la descubrí, la literatura francesa de nuestros días no me deja de sorprender. Dauphine de Vigan, una escritora contemporánea que acaba de presentar su último libro en español "Nada se opone a la noche", tiene la forma íntima y suicida de narrar su crónica familiar. El texto de más de trescientas páginas consigue capturar al lector desde el principio, cuando narra desde una primera persona el cómo encuentra a su madre muerta en la habitación de su casa.
Este libro me recuerda a muchas teorías relacionadas a la autoficción y al espacio biográfico, ese movimiento intimista que llega a borrar la frontera entre la ficción y no-ficción. ¿Qué es esta novela? ¿Dentro de qué parámetros catalogarla? ¿Una crónica familiar, una novela, un testimonio? De Vigan no sabe cómo llamarla, pero jamás aceptaría el término de no-ficción porque como ella misma dice: "Soy una autora de ficción; sé que por las pesquisas fluctúo entre el periodismo y la literatura, al modo de Truman Capote, o de la Marguerita Duras de El Dolor, sí, pero lo que escribo no es la verdad: es mi verdad, mi mirada sobre ella y quiero tener la libertad de aproximarme a los personajes. Me siento más cercana al estilo de Emmanuel Carrére", resume.
La parte más impresionante del libro es la narración de una cadena de suicidios en la biografía de la familia. Sus tres tíos desde niños mostraron en su carácter esa tendencia a la muerte, y la madre de la autora (en quien se basa este libro) es quien sirve para describir los detalles que rodean a la personalidad bipolar o maniaco-depresiva. Las escenas de euforia de la madre son impresionantes: "Descubrí a Lucile (la madre de la autora) de pie en el salón, estaba desnuda, su cuerpo estaba pintado de blanco. Esa visión me cortó la respiración. Paralizada, no podía despegar mis ojos de la escena a la que asistía y sin embargo no llegaba a creérmela del todo...".
Dudo que De Vigan haya tenido la intención de hacer un mapa psicológico de su madre en su novela. Las razones oscuras que la llevaron a escribirla, fueron, quizás, como ella dice, a lo largo de su relato, esa necesidad de sentirse cerca de su familia y de su madre (de ese pasado que había perdido). Lo curioso es que la escritura tiene esa capacidad de acercar, pero también de alejar. "Nada se opone a la noche" es la catarsis de una hija dolida por los acontecimientos.
De Vigan ha ganado varios premios con este relato que ha vendido más de 500.000 ejemplares en Francia. Ahora está siendo traducida a una veintena de idiomas. El libro acaba de llegar al mundo hispano y está en las librerías de Lima, Buenos Aires, México DF, Madrid. Un testimonio que vale la pena leer para quienes aman las historias dramáticas y de familia.
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