Ella me llama por otro nombre. No me dice Ronald. No me dice Juan. Me llama Mariano.
En la oscuridad de la noche cuando le miro a los ojos, y me abalanzo sobre ella, la respiro, le acaricio la nariz, la cintura, los pies, con mis manos, con mi nariz, con mi cintura.
Le miro a los ojos para decirle niña. Ella se equivoca otra vez. Me dice Mariano. Yo sigo con la fricción, y luego me doy cuenta cuando termino que me sigue llamando por otro nombre.
Yo la quiero, y aunque me diga Ernesto la voy a perdonar.
1 comentario:
y ahora como harianmos con Sothy, lo llamamos asi o mejor Juan, por que tenia una cara de Francisco, pero actuaba como Alfredo siempre tan desubicado, el pobre...y ni que decir de los comentarios del pobre Enrique, cualquier huevada...sobre todo cuando se referia a el mismo....jijijijijij Que tale sa... tiro para el pulitzer????? o quizas para el grammy???? jajajaj pero para alguno, no es cierto???
El charles de constantinopla que te va a desconstantinopolizar....
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